¿Para
qué sirve seguir pintando?
¿Qué tipo de aporte al medio podría surgir a partir de diálogos local-global, sujeto-contexto, historia-tradición, medios-formas? ¿Hay otras prácticas en la pintura que acechan una experiencia diferente, que hacen diferentes preguntas? Por ejemplo, la "apropiación" -a diferencia de la "influencia"- como procedimiento crítico en la recombinación de imágenes y la reaparición de temas que podrían considerarse obsoletos. En lo que va del siglo XXI, varios de los proyectos de Francis Alÿs han coincidido en interrogar la relación entre la escenificación y el registro de acciones artísticas y la labor de la imaginación y factura de la pintura. Desafiando la dicotomía que atribuye a la pintura una condición solipsista y un ethos meramente autorreferencial, y a la acción un rango de intervención simple e inmediata.
El mercado nos ha enseñado que si un objeto puede ser vendido como arte, es arte. Esta descripción oscurece una realidad mucho más profunda. ¿Quién tiene "el poder" para determinar estos costos? La realidad es que el propietario del contexto último de la obra de arte determina su destino y su función. Puedo entender que no todo lo que hace un artista es una obra de arte, como no todo lo que brilla es oro, lo que indica que no en todas las galerías o museos se ve, ni se vende arte.
¿Una premisa que funcione en México también funcionará en Europa? ¿Y en Los Ángeles? ¿Funcionará de la misma manera o de manera diferente? Entiendo que algunos de ellos pueden estar produciendo los mismos efectos, mientras que otros pueden cambiar radicalmente según el contexto.
En relación a la teoría de conjuntos se comenta lo siguiente: "Por muy decidido o dictatorial que sea un autor, director o compositor, siempre existe un elemento de colaboración que es fundamental desde el ensayo inicial hasta la finalización del trabajo".
En el año 2021, mi primera intención fue acercarme a Christie's y les comenté acerca de una obra de Francis Alÿs en mi posesión: "Teoría de conjuntos". Esto me permite cuestionarme si producir una obra de Alÿs me hace parte de su ensayo y si, al tomarlo con humor, podría presumir de tener un Francis Alÿs en mi colección personal.
Pero, hoy también traeré al recuerdo y citaré unas palabras del periódico español EL PAÍS de octubre de 2008, donde Damien Hirst calificó su operación como un "acto democrático" en el que cualquiera puede optar a la obra directamente, sin lista de espera como en las galerías. "Si alguien hace dinero, que sea el artista", declaró Hirst en la presentación de la subasta. La nota también expresa que el mercado ha terminado por absorber incluso las iniciativas más radicales de los artistas para escapar de su tiranía...
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